El desafío
La estación de London Bridge necesitaba una remodelación para el siglo XXI; tenía que ser más grande, más moderna y accesible, al tiempo que debía mantener los servicios en funcionamiento para los pasajeros.
La estación de London Bridge necesitaba una remodelación para el siglo XXI; tenía que ser más grande, más moderna y accesible, al tiempo que debía mantener los servicios en funcionamiento para los pasajeros.
Desarrollamos un diseño que, desde nuevas plataformas hasta una mayor concurrencia, fuera capaz de permitir un mayor número de pasajeros y fuera reflejo de lo emblemático de la estación.
Más trenes circulando cada hora, junto con instalaciones mejoradas y espacio para 95 millones de viajes de pasajeros al año, un 66 % más de lo que originalmente estaba previsto que gestionara la estación.
London Bridge es una de las estaciones de tren más antiguas y emblemáticas del mundo. Pero los viajes en tren han cambiado mucho desde que la estación se inauguró en 1836. Desde los ajetreados viajeros hasta los visitantes y turistas, todos queremos poder desplazarnos con rapidez y facilidad, pero con el creciente número de personas que entran y salen de la capital cada día, London Bridge tenía dificultades para hacer frente a la situación. El propietario Network Rail necesitaba una estación más moderna, espaciosa y accesible, apta para el siglo XXI y no un lugar abarrotado y difícil de transitar. Pero, ¿cómo reconstruir por completo la estación, sin dejar de mantener los servicios ferroviarios para los 52 millones de pasajeros que la usan cada año?
Arcadis, en su papel de Organización Principal de Diseño en la empresa conjunta al 50:50 con WSP, tenía la respuesta. Para conseguir una estación más grande y mejor para los pasajeros teníamos que crear nuevos andenes para más trenes, reconfigurar el trazado de las vías para evitar cuellos de botella y construir un nuevo vestíbulo más espacioso para que los pasajeros pudieran acceder más fácilmente a todos los andenes desde un único lugar.
Para hacer realidad estos planes, necesitábamos un diseño bien pensado que no solo diera cabida a un aumento significativo del número de pasajeros, sino que también reconociera el estatus emblemático de la estación como nodo de transporte clave, tanto por envergadura como por su ubicación patrimonial exclusiva.
La remodelación de la estación de London Bridge ha permitido una mejora significativa de la frecuencia de los trenes, que ha pasado de 16 a 24 trenes por hora, además de mejorar considerablemente las instalaciones y el espacio para los 95 millones de viajes de los pasajeros al año, es decir, un 66 % más de lo que originalmente estaba previsto que gestionara la estación.