El reto
El aumento de la población lleva a las ciudades a cambiar, a hacerse más densas para albergar aún a más personas. No obstante, el suelo para construcción resulta cada vez más escaso, y la creación de nuevos espacios habitables, como viviendas, oficinas o parques urbanos, se ha convertido en un desafío. Los pocos terrenos disponibles a menudo se encuentran en terrenos industriales abandonados, que a veces sufren de contaminación. Es por ello que parece más sencillo alejarse de los centros urbanos para construir. Este fenómeno, denominado "expansión urbana", tiene muchos inconvenientes: lejanía del lugar de trabajo y, por lo tanto, mayores tiempos de desplazamiento, congestión del tráfico, contaminación, destrucción de espacios naturales y agrícolas, invasión de tierras que amenaza la fauna y la flora, etc. En este contexto, el uso de las zonas industriales abandonadas de forma más eficaz se convierte en un desafío social, económico y ambiental.