Mitigar el impacto medioambiental es una parte crucial del desafío. En un mundo en el que nos esforzamos por encontrar soluciones para el agua potable, la producción de alimentos, la biodiversidad y el cambio climático, ¿cuáles son las soluciones y tecnologías innovadoras que pueden tener un mayor impacto? ¿Y dónde podemos marcar la mayor diferencia en nuestro camino hacia un mundo más sostenible?
La contaminación del suelo, sus efectos sobre nuestro futuro y qué podemos hacer para reacondicionarlo
Normalmente no damos importancia al terreno que pisamos o donde están instaladas nuestras fábricas, pero gran parte de lo que hacemos queda ‘registrado’ bajo esas calles, edificios e industrias. El terreno absorbe el rastro, sin que nos demos cuenta. Y a veces lo que esconde ese suelo no es nada bueno.
En la Unión Europea, se estima que cerca de 250.000 emplazamientos están potencialmente contaminados, aunque no se descarta que esta cifra sea superior, ya que existen cerca de 3 millones de actividades con capacidad potencial de contaminar el suelo. En España, son más de 10.000 los emplazamientos que se encuentran contaminados.
Las actividades industriales implican en muchos casos el uso de metales, disolventes, el almacenamiento de hidrocarburos o la acumulación de residuos. Las prácticas laborales de hace unos años que eran menos preventivas que las actuales, generaron en algunas ocasiones contaminación en el suelo superficial, en horizontes más profundos e incluso en las aguas subterráneas. Este mal ha podido permanecer invisible durante muchos años y una vez que sale a luz, es un problema que puede poner en riesgo la calidad ambiental de los recursos naturales, la biodiversidad del suelo e incluso la salud de las personas. En general, estos problemas sólo se agravan con el tiempo, por ello un diagnóstico precoz y un tratamiento eficaz son las claves del éxito.
El veneno oculto bajo la tierra
Presencia de hidrocarburos, disolventes y metales
En el momento de llevar a cabo un estudio de contaminación y tratamiento del suelo contaminado es fundamental conocer tanto el tipo de sustancia que le afecta, como la concentración de la misma. Además, hay que tener en cuenta que distintos suelos pueden reaccionar de forma diferente ante una mismo contaminante según la vulnerabilidad del suelo que viene determinada por su misma composición química.
Para poder optimizar posteriores esfuerzos de remediación, una de las claves es entender cómo se comportan los compuestos causantes de la afección, lo que puede venir condicionados por la geología e hidrogeología de la zona por lo que es imprescindible disponer de un buen conocimiento de estos aspectos.
Para determinar la geología e hidrogeología, en muchas ocasiones es suficiente la aplicación de las técnicas clásicas de investigación (sondeos, piezómetros, etc.) Sin embargo, otras veces, es necesario apoyarse en técnicas no intrusivas, que permiten obtener gran cantidad de información con un coste significativamente menor y de forma más rápida.
Este es el caso de un complejo industrial de grandes dimensiones en el que se usaron la Tomografía de Resistividad Eléctrica (TRE) y el Georadar.
Un poco de calor devuelve la vida
Hasta hace poco tiempo, el concepto de sostenibilidad se atribuía a una mínima parte de la población pero eso es cosa del pasado. Hoy se imponen nuevas tendencias, nuevos hábitos de consumo y la propia industria avanza para comportarse de forma responsable con el planeta. En Arcadis, somos conscientes de la importancia de proteger el medio ambiente, la biodiversidad y la salud de todos nosotros y de las futuras generaciones, este es nuestro objetivo primordial.
Los problemas de contaminación de suelos comprometen no solo ese entorno, sino que en muchas ocasiones son una fuente de contaminación de las aguas subterráneas que constituyen casi el 30% del agua dulce del mundo y son un recurso natural crucial para el desarrollo de la vida pues la mayor parte de nuestra agua potable es, o ha sido, agua subterránea en algún momento del ciclo del agua. Esta dependencia va camino de acrecentarse como consecuencia de los efectos del cambio climático en el ciclo del agua. En respuesta, hemos sido pioneros y actualmente somos referentes tecnológicos en el estudio y la remediación de suelos y aguas subterráneas, aplicando técnicas de estudio menos intrusivas, utilizando la digitalización y aplicando soluciones más sostenibles, con menor necesidad de productos químicos y menor consumo energético, es decir, aportando medidas que presentan un menor impacto ambiental e incluso que pueden alimentarse de fuentes energéticas renovables, de esta forma, no solo se evita la necesidad de una fuente de energia convencional sino que también permite ahorrar en costes.
Conocida como Remediación Térmica Sostenible In Situ (TISRTM), nuestra solución patentada es un método innovador para acelerar los procesos de remediación (tanto de nueva implantación como ya existentes) mediante un ligero aumento de la temperatura del subsuelo (de 10 a 20 grados centígrados), utilizando energía renovable o fuentes de calor residual. El objetivo de este tratamiento térmico a baja temperatura es principalmente acortar la duración de la actuación y por tanto los requerimientos energéticos, los volúmenes de vertido etc., y en muchos casos también, los costes globales de la actuación.
Los beneficios de una solución de este tipo pueden ser enormes, tal y como nos cuenta Daniel Díaz, responsable del área Environmental Restoration (ER) de Arcadis: "Los resultados que obtenemos de nuestra solución TISRTM pueden acortar los plazos de tratamiento en años en algunos casos, lo que supone un importante ahorro de costes en el ciclo de vida. Lo mejor es que todo ello está impulsado por la energía verde. Además, el equipo de superficie puede adaptarse a una serie de condiciones del emplazamiento e incluso reubicarse en otras zonas ya que es una técnica que es capaz potenciar diferentes tipos de actuaciones para diversos tipos de tipos de sustancias. En resumen nos ofrece una opción sostenible, económica y de la máxima eficacia en la eliminación de diferentes compuestos nocivos para el medio ambiente."
Además, en Arcadis, cuando es posible, apostamos por procesos de biodegradación, en lugar de por el aporte de productos químicos. Alberto Lobo, Senior Project Manager de Arcadis “Los procesos biológicos naturales del subsuelo son mecanismos muy eficaces, ya que los microrganismos que los producen están muy bien distribuidos en el subsuelo. En Arcadis hemos demostrado que se uede aumentar esta capacidad de biodegradación con la tecnología TISR, que aporta un ligero incremento de temperatura, con lo que se consigue una mayor eliminación de contaminantes, de una forma más sostenibles (menor generación de CO2) y de una forma más económica, que las técnicas clásicas de remediación por adición de químicos.”
Construyamos en verde
La eliminación de sustancias nocivas de nuestro medio ambiente y la prevención de nuevos aportes es, comprensiblemente, una gran prioridad para nuestros clientes y las comunidades en las que operan. En Arcadis, además de apostar por las tecnologías innovadoras como las mencionadas que contribuyen a que el proceso de estudio y de descontaminación sea más eficaz y sostenible, al tiempo que proporcionan a los clientes la información detallada que necesitan para ajustar y mejorar sus operaciones, realizamos también estudios de prevención para disminuir el riesgo de afección por ejemplo ante eventos climatológicos extremos
Es un paso en la dirección correcta hacia la protección de nuestro planeta y, con suerte, hacia la creación de un medio ambiente mejor para nuestras futuras generaciones. Sin embargo, requiere un compromiso y una mayor acción colectiva por parte de todos nosotros: comunidades, sectores público y privado, consultores, ingenieros y científicos por igual.
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