El desafío
En su planta de producción de Ludwigshafen, la empresa química BASF necesita cumplir las estrictas normativas de mantenimiento de las superficies de sellado para proteger el suelo y las aguas subterráneas.
En su planta de producción de Ludwigshafen, la empresa química BASF necesita cumplir las estrictas normativas de mantenimiento de las superficies de sellado para proteger el suelo y las aguas subterráneas.
El tamaño y la complejidad técnica de las plantas de BASF en el emplazamiento de Ludwigshafen exigían un enfoque sistemático, eficiente y digitalizado.
Las superficies de sellado seguras sientan las bases de la protección ambiental a largo plazo, del cumplimiento legal y de la continuidad comercial en la fábrica principal de la empresa química BASF.
La ordenanza nacional alemana sobre instalaciones para la manipulación de sustancias peligrosas para el agua (AwSV), que entró en vigor en agosto del año 2017, ha generado nuevas responsabilidades para muchos operarios de planta. En la implementación de las nuevas regulaciones, las empresas tienen que hacer frente a desafíos particulares. Para una planta de producción química como la de BASF, ubicada en Ludwigshafen, el cumplimiento es fundamental no solo para su supervivencia en el nuevo sistema, sino también para la protección a largo plazo del medio ambiente.
Arcadis es una de las numerosas empresas asociadas que colaboran con el grupo de trabajo de superficies de sellado de BASF, fundado en 2015, realizando inspecciones de las superficies de sellado, documentando los daños y elaborando los planes de restauración pertinentes. El tamaño y la complejidad técnica de la planta de BASF de Ludwigshafen requería un enfoque sistemático, eficiente y digitalizado para completar el registro, la documentación y el análisis del estado de cada superficie de sellado y del trabajo de restauración requerido.
Para cada superficie de sellado que se debía analizar, a Arcadis se le facilitó un conjunto de datos en el que se reflejaba el estado objetivo del área, incluidos los planes de construcción, los conceptos de protección de las aguas residuales, las instrucciones de funcionamiento y la información sobre los medios almacenados o utilizados en la zona. En la planta, se investigó el estado real de cada superficie de sellado y los daños encontrados (grietas en la superficie, revestimientos dañados, componentes de fijación en el hormigón y juntas de expansión) se registraron en los planes de construcción, se enumeraron en tablas y se fotografiaron. La posterior evaluación de la superficie de sellado se elaboró de acuerdo con la norma TRwS 786 (norma técnica sobre sustancias peligrosas para el agua).
Toda la información se digitalizó y la evaluación de los daños se utilizó para generar un registro de estos y un concepto de restauración que incluía sugerencias de productos, y una idea de las cantidades y los costes de la obra de restauración propuesta. Con este completo paquete de servicios, BASF pudo delegar con total confianza la responsabilidad de abordar los desafíos relacionados con las superficies de sellado al grupo de trabajo y a Arcadis.
Mediante su labor en el grupo de trabajo de superficies de sellado de BASF, Arcadis contribuyó de manera importante a garantizar que una de las plantas de producción química más grandes del mundo opere cumpliendo íntegramente la ley y sin dañar el medio ambiente. La base de datos generada sirve como base para supervisar a largo plazo las superficies de sellado, lo que garantiza que todos los trabajos de mantenimiento y reparación se puedan gestionar con la máxima eficiencia.